Guerrilleros terroristas, asesinos y narcotraficantes. Eso son las FARC. ¿Alguien lo duda? Bueno, sí, lo duda Hugo Chávez… Pero los asesinos siguen siendo asesinos aunque se proclamen ejército del pueblo y aseguren que no tienen “alma de traidores, sino de patriotas y de revolucionarios”. Son palabras de una carta del comandante Jorge Suárez Briceño (Mono Jojoy), “integrante del Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC EP”, publicada en la página web de la guerrilla y firmada desde las montañas de Colombia, enero de 2010. La fotografía de fondo amarillo es la que acompaña a esta carta.
Hablar de patria, libertad y lucha social y arrogarse cargos de más de dos palabras son una trampa muy usada por los delincuentes organizados; no es lo mismo decir que uno tiene un compinche a decir que lo que tiene es un lugarteniente…
Y ahora Mono Jojoy –apodo muy de lugarteniente del Rey Lui; a mí no me engañas Mogwli– está muerto. El punto débil de Víctor Julio Suárez Rojas, que al parecer era su verdadero nombre, fue su diabetes, una enfermedad que hacía que se le hincharán los pies y precisara de un calzado especial. Los agentes del operativo mixto creado para dar con su campamento interceptaron una comunicación radiotelefónica de los guerrilleros en la que se encargaban unas botas especiales para Mono Jojoy. A partir de ahí, se localizó al fabricante y se instaló un GPS en esas botas. Bonita operación. El resultado fue que, por fin, militares y policías pudieron ubicar la base de los guerrilleros y bombardearla. Mono Jojoy ha muerto porque, como todos, tenía un punto débil y los agentes supieron usarlo. Ha muerto él y otra veintena de guerrilleros. Y es triste tener que decirlo, pero hoy soy de los que creen que hay personas que están mejor muertas que vivas; mejor ellos que otros… Siento que en la refriega salieran heridos cinco agentes y siento, sobre todo, que allí muriera también una perra labrador llamada Sacha, del equipo antiexplosivos y me ha parecido un detalle precioso que el ministro de Defensa hablara de ella en la rueda de prensa para explicar la Operación Sodoma. La única muerte que de verdad importa.
Mono Jojoy dijo un día: “A nosotros nos importan un carajo la Constitución y las leyes, porque estamos fuera de ellas”. Pero nadie puede estar fuera sin morir antes. Ahora sí, ‘comandante’ pies hinchados, ya estás fuera. Uno menos.
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